Para mi el congreso tuvo dos partes muy diferenciadas, la primera es la parte activa, me refiero al taller que Ramiro Espinoza y yo impartimos juntos y que resultó un éxito, los asistentes reconocieron que habían aprendido un montón, y para nosotros fue un placer impartirlo por el entusiasmo e interés que los alumnos pusieron en todo momento.
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La segunda parte es la de asistente y que resulta trepidante, divertida y agotadora a la vez, esa en que aterriza gente de todas partes y no paras de saludar y charlar en tres días. Sobre las conferencias tengo que decir que aprecio que fueran menos en número que otros años, había un cierto espacio entre ellas y se agradeció.
Para otras ediciones creo que se debería mantener ese ritmo e incorporar una presentación conjunta de los resultados de los talleres, a modo de comunicación, algo breve pero muy visual.
Mucha gente me preguntaba y yo acababa enseñándoles las fotos con mi cámara…
Para acabar, felicidades a todos los que estáis ahí al pie del cañón y que lo hacéis posible y gracias por acogernos tan cariñosamente.